La torre se edificaría detrás del monumento a la Mitad del Mundo, en Pomasqui, en el noroccidente de Quito, en donde pasa la línea imaginaria que divide al planeta en dos hemisferios: el Norte y el Sur. La obra costaría $ 200 millones y la financiarían inversores de Dubái, Francia, España, y otros.
Según el Consejo, la Mitad del Mundo es “un ícono geográfico y cultural que junto con las islas Galápagos se ha convertido en uno de los lugares turísticos infaltables en las agendas de los turistas extranjeros y nacionales”, que pese a todo no ha tenido “la importancia histórica, geográfica y cultural”. Por ello, el gobierno de Pichincha contactó al “tercer mejor arquitecto del mundo”, el uruguayo Rafael Viñoly, para la construcción de esa torre y contaría con ayuda de su colega ecuatoriano Carlos Zapata.
“Viñoly ha propuesto construir en el centro del planeta un objeto arquitectónico significativo con una dimensión planetaria que rinda homenaje a la humanidad, de gran dimensión física y simbólica, que trascienda las fronteras del Ecuador. Una construcción que rinda homenaje a la naturaleza, a la cultura, a la humanidad y que sea reconocida en todo el mundo”, comunicó la Prefectura.
El primer monumento se edificó a inicios del siglo XX, años más tarde se creó otro a mayor escala, hasta el actual de 30 m de altura. Para el Consejo Provincial, esa obra no es suficiente, “por eso la construcción de la torre que revalorizará el proceso histórico de hombres y mujeres que habitaron el territorio ecuatoriano antes de la conquista incásica y española”.
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