La mujer denunció la imagen a través de una de las herramientas que ofrece Facebook para reportar contenidos que no acuerdan con sus términos legales y la calificó como un caso de "violencia gráfica". Algunas horas después, recibió un mensaje de la red social, donde se le informaba que la imagen no sería eliminada. Repitió la acción varias veces más, junto a otros usuarios. Pero todos recibían la misma respuesta: "La foto no fue removida". Finalmente, cerca de Año Nuevo, la mujer se contactó con una revista online de su país, DV.is , que publicó su historia. Poco después, medios se hacían eco de lo que ya era noticia.
"Para mi gran alivio, los hombres de mi país respondieron y se subieron al tren de la denuncia. Por suerte, no hay forma de detener el tren una vez que deja la estación", afirmó la mujer.
Al día siguiente, la imagen y la página habían desaparecido. Pero Agustsdottir recibía, de parte de la red social, otra respuesta negativa a su denuncia. "No se encuentra nada que promueva la acción en este contenido", señalaba.
No fue hasta tres días después de que Wired publicara la denuncia de la islandesa en un artículo, que un vocero de Facebook se contactó con la revista para advertir sobre el error en la postura de la compañía, y declaró que la foto debió haber sido rechazada. "Nos disculpamos por el error", dijeron.
La retracción fue reproducida por Wired en una nueva nota: "Tomamos nuestra Declaración de Derechos y Responsabilidades muy en serio y reaccionamos rápido para remover contenidos denunciados que violan nuestras políticas. En general, los intentos de humor, aunque sean desagradables, no violan nuestras políticas. Sin embargo, cuando se hacen verdaderas amenazas o declaraciones de odio, las removemos. Promovemos que la gente reporte lo que sea que sientan que viola nuestras políticas, usando los links correspondientes, ubicados por todo el sitio", señaló la empresa.
La foto aún está publicada, pero en la cuenta de Facebook de Agustsdottir, y con una explicación al pie: "Esta imagen de mi fue posteada luego de un 'interesante debate' online, donde critiqué una página de 'humor de violación'. Reporté la imagen cinco veces diferentes a Facebook. Obtuve cuatro NO. Cuando los noticieros online en Islandia se hicieron eco de los reportes, Facebook no pudo ignorarlo más. El hecho de que esto fuera insultante y amenazante para MI, claramente no era razón suficiente para Facebook", afirma. Y luego se dirige a quienes trabajan en la compañía de Mark Zuckerberg: "Para el staff de Facebook: esta foto es una demostración de cómo fui 'faceviolada'..
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