Hoy celebramos el Día del Trabajador, dedicado a resaltar el significado y la valía de aquella fuerza laboral que, mediante la aportación de su fortaleza física e intelectual, diariamente está empujando al mundo hacia el progreso.
La presencia del trabajador es el
significado del desarrollo mismo, pues desde todas las esferas en las
que éste actúa, extiende sus brazos para cubrir las necesidades básicas
y elementales que requiere la sociedad para seguir avanzando.
Por ello, la clase laboral merece una atención adecuada, para
satisfacer las exigencias que el diario vivir le impone y compensar
justamente su entrega laboriosa, cívica y patriótica.
En este día de celebración internacional, saludamos al trabajador
del mundo, del país y la provincia, augurando un mejor entendimiento
entre los actores del crecimiento social y económico, como camino seguro
hacia la construcción de un nuevo Ecuador.
Y aquello, creemos, será mucho más viable mediante la aplicación de
leyes conscientemente equilibradas que logren captar y mantener la
confianza de los principales ejes de la producción.
¡Felicidades trabajadores ecuatorianos!
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