En 1986, Victoria Modesta nació en Letonia con una malformación en la pierna, situación que no la favorecía para cumplir su sueño de ser modelo y cantante.
Las cosas se le complicaron cuando a los 20 años, y tras más de 15 cirugías buscando mejorar su calidad de vida, decidió que le amputaran la pierna. Con ello, sus anhelos parecían volverse irrealizables.
Sin embargo decidió ponerse creativa y en lugar de usar prótesis convencionales optó por diseños intercambiables más originales. Poco a poco su belleza le fue abriendo las puertas para que pudiera ir forjándose una carrera como modelo y de paso, mostrar su talento en el mundo de la música.
“Cuando me quitaron la pierna pude decidir qué tipo de pierna quería usar, cómo me quería ver y qué quería hacer. Fue increíble. Yo represento una clase de espíritu libre. Definitivamente no debes ser prisionero de un guión que la sociedad escribió para ti”.
Una muestra más de que los sueños pueden volverse realidad a pesar de cualquier límite que nos ponga la vida.
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