El presidente Rafael Correa desató como pocas veces la molestia del sector empresarial en Ecuador con un proyecto para elevar los impuestos a las herencias, lo que sus poderosos críticos consideran como un castigo socialista al éxito económico y al patrimonio familiar.
Desde su llegada al poder en 2007, el
mandatario izquierdista, muy popular entre los pobres y la clase media,
ha emprendido reformas económicas que han sido cuestionadas por
banqueros y “cierta clase de empresarios”, a quienes identifica, después
de la prensa, como sus principales opositores.
Dichos cambios – que han recortado las
ganancias de los bancos, ampliado derechos a los trabajadores y mejorado
la recaudación de impuestos – buscan, según Correa, combatir la pobreza
y la desigualdad en Ecuador, un país de 16 millones de habitantes.
Pero, su más reciente propuesta para “democratizar la propiedad” le abrió un poderoso frente de oposición.
Empresarios y políticos creen que Correa
quiere castigar el éxito económico y a las empresas familiares a punta
de impuestos que no dudan de llamar “excesivos” y hasta
“confiscatorios”.
“La gente no ahorra, no forja un
patrimonio a lo largo de toda una vida para que el Estado vaya a
apoderarse de un porcentaje importante de la misma”, dijo a la AFP
Roberto Aspiazu, director ejecutivo del Comité Empresarial Ecuatoriano
(CEE).
Este domingo ese gremio – que reúne a
más de medio centenar de cámaras productivas y empresariales – publicó
en varios periódicos un manifiesto de “total rechazo” al proyecto de ley
enviado el viernes al Congreso, donde tiene prácticamente garantizada
su aprobación gracias a la mayoría oficialista.
Correa propuso gravar las herencias
superiores a los 35.400 dólares de forma progresiva, es decir, que a
mayor patrimonio heredado mayor impuesto. Hoy, los herederos pagan
tributos progresivos a partir de los 68.800 dólares que legan.
Con la nueva reforma, un heredero
directo – hijo, padre o nieto – pagará un “impuesto promedio” del 21,7%
sobre un legado de 566.400 dólares, explicó Correa. La iniciativa prevé,
además, que los beneficiarios indirectos tributarán una tasa superior,
de acuerdo a una tabla de porcentajes planteada por el gobierno.
“Esto no es para los pobres que nunca
heredan, no es para la clase media que hereda poco. Esto es para las
grandes fortunas, que se mantienen a través del tiempo”, justificó
Correa el sábado.
Aspiazu, de su lado, cree que la
iniciativa es un mensaje negativo para las familias, que de acuerdo con
él son propietarias de 50.000 de las 60.000 empresas que están
registradas en Ecuador.
- “Capitalismo anacrónico” -
Como pocas veces, los empresarios han
criticado tan dura y abiertamente al gobierno de Correa, a quien, según
Aspiazu, le habían tenido hasta ahora una “paciencia franciscana”.
“Ha sido una reacción de la clase media,
educada, que mira en esto una suerte de despojo”, comentó el dirigente
empresarial, quien cree que Correa está buscando dar un nuevo golpe de
efecto “dentro de su modelo populista-socialista”.
El exbanquero y candidato presidencial
Guillermo Lasso convocó para este lunes a las familias a movilizarse
contra el proyecto. “Luchemos por el derecho de las familias
ecuatorianas a prosperar”, señaló Lasso a través de Twitter.
El candidato declinó dar más detalles a la AFP sobre la postura que adoptará contra el proyecto de ley.
Correa reconoció que “jamás esperaba una
reacción así” del sector empresarial y lo acusó de defender “el linaje,
la dinastía” en suma un “capitalismo anacrónico concentrado en esos
grupos familiares”.
Según el gobierno, tres de cada mil
ecuatorianos reciben una herencia cada año y tres de cada 100.000
reciben una herencia mayor a 50.000 dólares. Entre 2010 y 2014 “solo
cinco de los 16 millones de ecuatorianos heredaron más de un millón de
dólares”.
Correa, quien aguarda la aprobación de
una reforma constitucional para decidir si se presentará a una nueva
elección en 2017, se dijo dispuesto a enfrentar el costo político de su
proyecto en medio de las dificultades económicas derivadas del recorte
de los precios del petróleo, principal producto de exportación de
Ecuador.
El mandatario agregó que los nuevos
impuestos a las herencias no buscan recaudar más dinero sino que tienen
un fin redistributivo, para que las grandes familias accedan a
democratizar la propiedad mediante, por ejemplo, la venta de acciones a
trabajadores.
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