La demanda, presentada en el Tribunal Federal del Distrito de Los Ángeles, aspira a desencadenar una demanda colectiva, algo que ya ocurrió en Canadá.
La demanda acusa a Ashley Madison
y a la empresa matriz Avid Life Media, con sede en Toronto, de
negligencia e invasión de la privacidad, así como de causar angustia
emocional, y solicita compensaciones no especificadas.
La
demanda se produce después del ataque a la página web Ashley Madison
por parte de un grupo llamado Impact Team, que reveló las cuentas de 37
millones de usuarios de Ashley Madison.
Suicidios, chantajes, un mapa con las ciudades con más infieles y recompensas son algunas de las consecuencias del ataque.
Entre los datos filtrados se encontraban direcciones de correo electrónico de 150 funcionarios de la Argentina,
representantes del gobierno de los EEUU, funcionarios del Reino Unido y
trabajadores de empresas europeas y norteamericanas, llevando a un
nuevo nivel los temores ya de por sí arraigados sobre la seguridad en
internet y la protección de datos.
La
filtración supuso el cumplimiento de la amenaza lanzada por los piratas
el mes pasado, cuando dijeron que darían a conocer fotos de desnudos,
fantasías sexuales, nombres e información de tarjetas de crédito de
clientes del portal canadiense que utiliza el lema: "La vida es corta.
Ten una aventura".
La demanda alega que la
violación de los datos podría haberse evitado si la empresa hubiera
tomado "precauciones necesarias y razonables para proteger la
información de sus usuarios, mediante, por ejemplo, la encriptación de
los datos".
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